
La bolsa de Mamá Cangura

La bolsa de Mamá Cangura siempre está lista para recibir a Bebé Canguro y hacerlo sentir seguro. Por eso, siempre que Bebé Canguro que se siente triste o cansado, corre y se mete a la bolsa que tiene la pancita de su mamá.
Cuando Bebé Canguro está contento, le pregunta muchas cosas a su mamá, cómo por qué el sol sale y por qué la luna lo persigue. Mamá Cangura siempre tiene una respuesta distinta y a Bebé Canguro le encanta imaginar todas esas historias que su mamá inventa para él:
A veces le cuenta que el sol juega con la luna a las escondidas y por eso nunca los vemos aparecer al mismo tiempo. Otro día, el sol sale solo para cantar con las flores, entonces es por eso que las flores se levantan, mostrando sus más lindos colores: para compartir canciones que solo se pueden escuchar con el corazón.
Un día, cuando Bebé Canguro está jugando, se va detrás de una mariposa; al perseguirla se cae y se lastima la pierna ¡Mamá Cangura corre cuando lo escucha llorar! Y se apresura en ayudarlo.
Mamá Cangura sana a Bebé Canguro con todo su amor y por eso su herida se cura muy rápido, pero Bebé Canguro ahora está asustado de salir y quiere quedarse siempre en la bolsa de Mamá Cangura.
Cuando es de noche, Mamá Cangura le habla con mucha dulzura a su bebé, quien todavía no quiere salir de la bolsa:
“Mi pequeño Cangurito, no me gusta verte llorar y también me da miedo que te lastimes, por eso hoy te quiero confesar que soy yo quien le ha pedido a la luna que te persiga. Ella siempre está cerca de ti y te cuida, incluso cuando no puedes verla.”
Bebé Canguro mira la luna y se pone muy feliz. La luna le sonríe de vuelta y entonces Bebé Canguro sale de la bolsa de su mamá y empieza a saltar por su cuenta.
Ahora siente deseos de seguir descubriendo el mundo, aunque lo hará poco a poco.